Mirando el Corona Virus, la enfermedad del agradecimiento

Tal como se esperaba la mutación 19 del Corona Virus traspasó las frontera europeas -gracias a Iberia- y encontró caldo de cultivo en las tropicales tierras venezolanas. Desde China hasta Venezuela a bordo de un Airbus para mostrarnos tal como lo ha hecho en el mundo entero que, debemos dar las gracias.

La gripe, y el COVID-19 es una gripe o influenza, como también la llaman, es la enfermedad para agradecer a la vida; llega para hacernos girar y decidir por ella, por la VIDA. ¡Ya basta de mirar la muerte!

Es el momento de un cambio de mirada en la vida: Dejar de ver al perpetrador, para ver a la víctima. Y. paradójicamente, soltar también a la víctima para volver a la salud.

Sistémicamente, esta epidemia se puede comparar con la "Gripe Española" -más bien "Gripe del Sobreviviente" - en 1918, al final de la Primera Guerra Mundial. Cuando los perpetradores pudieron mirar a las víctimas y, al percatarse del daño causado fue tanto su dolor y culpa, por haber sobrevivido, que enfermaron y fallecieron. Fue un acto de expiación, diciendo: "ahora yo voy".

Desde la filosofía que predico, enseño y practico, Constelaciones Familiares Sistémicas de Bert Hellinger, la enfermedad es una propuesta de solución (no una maldición).

El Covid-19 aparece en un momento extremo de desequilibrio, de desamor, de ambición descontrolada por el poder y el dinero, en un momento de completo DESORDEN y en medio de este, es poco probable retomar el equilibrio sin pasar por el caos necesario. Destruir para edificar sobre bases nuevas.

Esta epidemia de características globales (pandemia) impulsa al sistema al crecimiento espiritual. ¡Es un CAMBIO ENERGÉTICO! Pasamos de una fase de enfermedad activa (el desorden) a una fase de resolución.

La enfermedad es el camino de vuelta a la salud. Es un movimiento del amor del espíritu que abre la posibilidad de un profundo reencuentro con LA VIDA Y EL AMOR. Es el final de un movimiento circular de reconciliación, que puede atravesar varias generaciones y dimensiones.

Así, no hay curación sin sanación del alma. Y esta sanación, este nuevo abrazo a la vida tal como es, sana el pasado, el presente y el futuro.

 -La tragedia nos alcanzó.


 En 2016 inicié una cruzada por la destrucción energética de las pirámides que muchos de los que me siguen recordarán. Este movimiento energético consistió en meditaciones guiadas por mí todas las noches a las 9:00 pm. Las siguieron desde todas partes del mundo.
Fue una gran y ruda experiencia En una de esas meditaciones la visión que tuve y que también fue percibida por algunos de los meditadores fue la de una tragedia natural que conllevaría al cambio del ADN del venezolano que, en los últimos 20 años se separó del otro, del prójimo para sólo velar por sus propios intereses y conveniencia. Si no lo cree, salga a buscar un tapabocas o un frasco de alcohol.

¿Será el corona virus esa tragedia que nos mostró El Creador en 2016? y que también vimos en Constelaciones Grupales de Venezuela hace más de 6 años?

En este momento me encantaría Constelar el Corona Virus...pero la cuarentena lo impide. No nos podemos reunir para Constelar. En 15 días -cuando se levante la cuarentena- lo haremos.

¡Que todos los seres sean felices!

Dora Paredes, Constelador Familiar, Formadora de nuevas Consteladores desde el año 2013.
Venezuela.-

-La Constelación de Brigitte
Mientras nuestro momento llega, les dejo una constelación sobre el corona virus que Brigitte Champetier (España) realizó a petición de una china, amiga suya.

"Precisamos recordar que un virus es el transmisor de una enfermedad de resolución. Resolución de un conflicto biológico.

Las epidemias se transmiten a todos los que han vivido en los meses anteriores la resolución de un conflicto biológico parecido.

Aquí la constelación mostró que el conflicto biológico era: miedo, vergüenza y culpa por la eliminación de los bebés y fetos, en especial de las niñas, miedo al embarazo de las madres y a su posible muerte por aborto. La política china de un solo hijo por familia se ha suavizado, provocando la superación de estos miedos y culpas.

En la descripción de lo esencial de esta constelación omitiré las palabras “representante de”.

Desarrollo del movimiento:

El coronavirus empezó dando vueltas mirando el suelo. Mostraba que estaba pagando por una culpa colectiva. Surgieron muchos fetos y mujeres embarazadas muertas, muchos secretos. El suelo estaba totalmente cubierto de cadáveres.

Estaban los afectados, de pie, mirando a los muertos. Algunos se desplomaron.

Alguien representaba a los no afectados. No quería ver a esos muertos y estaba doblado por dolores y malestares, atrapado con otros muertos.

 El virus y otros representantes mostraban miedo, vergüenza y culpa; mucha vergüenza.
Hasta que los asistentes fueran diciendo a los muertos frases como:

“Veo vuestro dolor, veo el miedo a morir, veo la vergüenza de lo que pasó, veo lo insoportable.”
Todos pertenecéis. Las niñas también. Os amo.”

“Todo ha terminado.”

“El virus comentó que miraba mucho a una niña muerta.”

Conforme se daban las frases, los muertos cerraron lentamente los ojos, los vivos les seguían mirando con paz; luego varios se fueron hacia la vida y el virus se fue alejando.
El holograma del coronavirus se separó del virus y se fue a la vida, mirando a los muertos desde la vida, llorando desconsoladamente.

 El Campo Fuente estaba unido a ese campo de dolor. Poco a poco se fue hacia la vida. Sus palabras fueron que “todo fue necesario, no sólo para China. Sus brazos abiertos se extendían más allá, más allá del mundo entero, se extendían al cosmos. Esto alcanzaba a todo el cosmos”.

Seguimos al servicio,

Brigitte"


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