Mirar y asentir el proceso de Venezuela

En consulta los pacientes siempre me preguntan si pasar la página es olvidar, aceptar, dar por concluido o hacerme el loco o la loca. Yo, desde aquello que dicen los libros, desde lo que me han enseñado mis maestros y desde el centro de mi corazón les digo: "No". La cosa no es así. No hay nada más irresponsable y carente de sensibilidad que decir a otro: "pero bueno, ya, pasa la página, olvídate de eso"...no, no, no y no.
El proceso de "olvidar", de "pasar la página" es mucho más que "olvidarme de esa vaina y empezar de nuevo", pues cada evento, cada cosa que nos pasa en la vida es un aprendizaje y como tal, debemos probarlo, masticarlo y digerirlo hasta que se integre a nuestro Ser, a nuestra experiencia. Pasar la página sin el debido proceso, es meterlo debajo de la alfombra o en el último rincón de la gaveta, es ocultarlo. En algún momento saldrá y reclamará su lugar. Así, que nada de evitar hacer contacto con lo que estoy sintiendo, por el contrario, mira con dignidad lo que está sucediendo, asiente, di SI y mil veces SI desde lo que estés sintiendo: miedo, dolor, rabia, frustración, tristeza, alegría, sea lo sea que estés sintiendo, no te quedes con eso e integra la sensación a tu organismo.
Mira la situación desde el amor, desde la felicidad que sentíamos cuando estábamos bien dentro de esa relación (amorosa, de trabajo, de amistad) y celebra, agradece, la oportunidad que la Divinidad te doy de tener esa vivencia. si la ves desde la indignación  la rabia que puedes estar sintiendo ahora, lo bello se desvanece y nos quedamos en el dolor, en la tristeza, en la frustración.

El duelo por Venezuela

Un proceso equivalente es el que estamos viviendo en Venezuela, recordando, añorando lo que eramos como país, y que YA NO ESTA, sencillamente YA NO ES..... mírenlo, de verdad, enfréntelo, no lo evadan...LA VENEZUELA QUE TANTO EXTRAÑAMOS YA NO ESTÁ, YA NO EXISTE.
Esa es la realidad y desde esa realidad, por dura que parezca o por mucho que cueste aceptarla, es desde donde debemos trabajar el duelo que todavía persiste en muchos venezolanos.
Seamos honestos con nosotros mismos, con el país, con nuestros hijos y vivamos el presente, buscando soluciones, no siendo parte del problema.
Vamos a revisar nuestras sensaciones, las emociones que sentimos a diario con la situación actual y, si son negativas, vamos a cambiarlas por expresiones positivas, por sensaciones agradables, porque cuando emulo amo, recibo amor...
Sólo dando es que recibo.
Por eso cada día, al despertar, digamos GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, al Divino Ser Supremo, por la VIDA, por esa nueva oportunidad que nos ofrece de poder aportar alegría, bienestar y amor a nuestro entorno, sin preocuparnos a quien dar, la Divinidad se encarga de hacerlo llegar a quien lo necesita. Nada de que ocuparse, el Padre se ocupa.
El tiempo de Dios es perfecto y cada grito de dolor tendrá en el futuro un eco de alegría....vamos hacia el renacer, hacia un país mejor del que teníamos, con integridad, donde todos seamos UNO, en el que cada quien ocupe su lugar y se encargue de su destino, asuma sus responsabilidades y trabaje por sus metas, sus proyectos sin pisotear a otros; desde sus destrezas y capacidades, desde el amor, la solidaridad y mirando el bien común.

Atma Namasté!





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